
Los filtros de diatomeas tienen un funcionamiento parecido a los filtros de cartucho, pero con la aportación de las diatomeas, elementos fosilizados que actúan como agentes filtrantes con una elevada capacidad filtrante.
Las diatomeas absorben suciedad, incluso en algunos casos, invisible para el ojo humano. De hecho su capacidad de filtración es de alrededor de 10 micras.