Los sistemas de electrólisis salina añaden un nuevo concepto en el tratamiento del agua de la piscina, ya que aumentan la calidad del agua, evitan la utilización de productos químicos y facilitan los trabajos de mantenimiento.
1. Se añade sal común al agua, aproximadamente 4 gramos por litro de agua (una proporción nueve veces menor que la de la sal en el mar, en proporción parecida a la de una lágrima).
2. Una vez disuelta, se aplica una corriente eléctrica mediante el electrodo, la sal se convierte en cloro y, por lo tanto se obtiene el producto desinfectante necesario que destruye todos los microorganismos que pueda haber en el agua.
3. Una vez que el cloro ha cumplido su función como agente desinfectante se vuelve a convertir en sal, por lo que la concentración de sal permanece constante y sólo hay que hacer pequeñas reposiciones debido a la pérdida que se produce por los lavados del filtro.
Mayor relax corporal a través de un agua y un ambiente más limpio, la piscina se desinfecta automáticamente inhibiendo el crecimiento bacteriano. Evita irritaciones de ojos y mucosas además de la sequedad de la piel y cabello. Desaparecen por completo el olor y sabor a cloro de la piscina y los ambientes corrosivos e insalubres.
Se eliminan el 90% de los gastos en productos químicos. Sólo se consume estabilizante (la primera vez) y reductor de pH. El único producto añadido al agua es SAL COMÚN.
No es necesaria la manipulación de productos químicos. El consumo de electricidad es similar al de una bombilla. No es necesario el almacenamiento de productos inflamables.
¡El agua está limpia, saludable y cristalina!
Ver los productos para la electrólisis Astralpool